Resulta increible comprobar cómo funciona el tema de los autobuses accesibles, y eso es algo que la mayoría de la gente no conoce. Cuando voy a coger un urbano y el primero no lleva rampa, al siguiente no le funciona, y en el tercero el conductor no quiere acercarse a la acera, todo el mundo se hecha las manos a la cabeza. ¡Sí señores!, pagamos nuestros impuestos igual que el resto, pero no tenemos derecho al transporte público, entre otros servicios. Y yo me planteo: ¿tiene sentido seguir pagando esos impuestos?
Y para muestra, un botón. Aquí os dejo la indignante historia de un amigo de Madrid, que como todos nosotros y nosotras, no tiene derecho a transporte. Y claro, tanto la policia como la compañía de transporte, no tiene otra solución que apartarnos del camino para que el mundo siga funcionando pisoteando la diversidad:
http://www.laopiniondemalaga.es
Un saludo,
Mr. Threepwood.
Escritos y comentarios sobre Diversidad Funcional (mal llamada discapacidad) y Bioinformática
jueves, enero 08, 2009
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